Si los petalos de la blanca rosa se abren uno a uno ¿Las memorias de aquellos dias podrían revivir? Iluminados por la tranquilidad La noche que hace a las flores florecer Es dulce pero dolorosa y se colorea Siguiendo un brillante hilo El tiempo esta fluyendo silenciosamente Mientras que las personas se apeguen a esa corriente, renacerán Tu sonrisa es la calidez que derrite mi pecho Como un ligero sueño que hubo en algún lugar Incluso si el actual momento es cortado por el atardecer Nuestras sombras estan coincidiendo Sin fin y lejano, ilimitado y prufundo como los destinos que se cruzaron Lo comprendi una y otra vez, lo perdi una y otra vez El hecho de que podíamos finalmente encontrarnos Las flores esperan la lluvia, y la noche se enamora de la mañana Al igual que como el cielo anhela la tierra Anhelé tanto el hecho de que dos corazones fueran uno Si podemos deshacernos de ese eterno sueño Y vernos otra noche más Vamos, bailemos en nuestro rondo Moviéndose a través del paso de los días La luna esta tierna y nublada Y más allá de mis recuerdos, el amor se desbordó otra vez Si pudiera caminar a traves de tus recuerdos una segunda vez Me convertiré en una sombra Y te protegeré Incluso si el viento sopla a ciegas y nos distancia Por favor, no te olvides de creer Un destello sin rumbo, una vacilante duda Como ilusiones a la deriva
La princesa Shizuka creció apartada del mundo, entre los fríos muros de su habitación, también su prisión. Vampiresa que no sabía lo que era la noche, aspecto humano como traído de otro mundo. El único contacto que mantenía con personas eran las víctimas que le traían para que saciara la sed de sangre, en su mayoría, criminales o desechos sociales a los que se había condenado a muerte, o a veces, simples campesinos que habían estado en el lugar y el momento equivocado.
Sola, tan sola... en aquella estrafalaria prisión... hasta que llegó él.
Cuando lo metieron de un empujón en su celda, Shizuka supo que era diferente. No se resistía, n gritaba pidiendo ayuda ni nada por el estilo. Se sentó frente a ella, dócil, y la miró a los ojos. Pasó un largo rato hasta que Shizuka decidió hablarle.
Y ya no paró de hacerlo.
Cada día que pasaba se sentían más unidos el uno al otro. A pesar de la gran diferencia entre la princesa inmortal y un simple humano, sus almas se unían hasta el punto de hacerse una. Los guardias de la prisión estaban confusos. No encontraban razón por la cual la princesa no bebía la sangre de aquel hombre. Claro, para verlo, no había que mirar con los ojos.
Solo había que escuchar con el corazón las palabras que se dirigían, y prestar atención a las miradas.
Y un día, decidieron escapar. Juntos. Para que nadie interfiriera entre ellos. Shizuka convirtió en vampiro a aquel hombre, lo convirtió en una bestia con apariencia humana que se alimentaba de sangre, que no podía permanecer demasiado tiempo bajo el sol, pero era la única forma de que permanecieran juntos para siempre. De concederle la inmortalidad y que la viviera junto a ella.
Escaparon aquella noche, sin mirar atrás, y se marcharon lejos de aquel sitio.
Pero el destino es cruel, y la vida de un simple humano convertido en vampiro, efímera. Shizuka perdió a la persona a la que más amaba a manos de los guardias que la habían mantenido en aquella prisión toda su vida.
Pero aquella osadía les salió cara. No quedó ni uno solo con vida.
Shizuka vagó por el bosque cercano perdida, hundida, desgarrada por el dolor. Y decidió que viviría la eternidad junto a su amado. Bajo un cerezo en flor, esperó la salida del sol. Sintió los cálidos rayos de sol rozar y quemar su piel. Echó la cabeza hacia atrás y sonrió. ''Sí viviré la eternidad contigo... '' pensó. ''No de la forma que nos gustaría... pero al menos, estaremos juntos... para siempre...''
La princesa Shizuka quedó reducida a un puñado de ceniza bajo aquel cerezo. Pero su alma ya se marchaba feliz para reunirse con la única persona que realmente la había comprendido y querido. La persona más importante para ella.