Anne es una chica extraña. No tiene amigos, no habla
con casi nadie. No se siente su presencia apenas, como si no estuviera, como si
fuera invisible. Claro que, los demás tampoco le prestan mucha atención. Tal vez
por el mismo hecho que ni se dan cuenta cuando está y cuando no, o tal vez
porque la vean demasiado rara. Bueno, no es rara. Simplemente es diferente a
ellos.
No tiene ganas de que llegue el
verano ni ninguna época estival. Pasa los fines de semana en su casa, encerrada
en su dormitorio. Que se sepa, el único contacto social que tiene es el
instituto.
Pero todo eso a ella no parece
importarle. Y realmente no le importa. Porque qué más dará lo que piensen, lo
que digan o dejen de decir los demás. Qué más darán sus estereotipos sobre
felicidad. La felicidad no tiene por qué ser el salir e ir a fiestas
constantemente, conocer a mucha gente, ser popular, tener gustos 'normales' y
vestir bien. La felicidad puede ser el estar tranquilo, acariciando a tu gato
mientras ves un película que te encanta, puede ser el tumarse bajo un cielo
estrellado, puede ser tener el corazón lleno, el que una sola persona te de la
compañía que ni cientos podrían darte, y preferir estar solo con esa persona que
tanto te llena antes que relacionarte con decenas que no te
dicen nada.
Eso es lo que no comprenden de
Anne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario